En noviembre del 2010 fue declarada la pirekua “Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad” por la UNESCO. El nombramiento fue resultado de la iniciativa del pasado gobierno del estado de Michoacán encabezado por Leonel Godoy del Partido de la Revolución Democrática (PRD) donde la Secretaría de Turismo jugó un papel protagónico.
Las declaraciones realizadas por parte de funcionarios gubernamentales –principalmente de las esferas del turismo- y profesionistas p’urhépecha a favor de dicho nombramiento en la prensa estatal y nacional, no se hicieron esperar, pero para un amplio número de músicos, compositores y pireris del pueblo p’urhépecha, el nombramiento fue visto como una violación a los derechos del pueblo P’urhépecha al no haber sido consultados para decidir si se quería o no incorporar la pirekua en la Lista de la UNESCO.
En la Convención de 2003, la UNESCO, establece que los pueblos y comunidades deben participar ampliamente en los procesos tanto para elaborar el expediente que se envía a la UNESCO como para la elaboración del Plan de Salvaguarda del patrimonio cultural. A pesar de esta afirmación, tanto el gobierno estatal como federal no consultaron a la población p’urhépecha, ni a los músicos, compositores ni los pirericha. El expediente que se envió fue firmado únicamente por el Comité Organizador del Concurso Artístico de Zacán (2009), el grupo Erandi, el dueto Zacán, el grupo Tumbiecha y el grupo P’urhembe.
Tanto el gobierno estatal como federal mienten cuando afirman que: “la comunidad p’urhépecha ha participado en la preparación de la candidatura y en la definición de las medidas de salvaguardia propuestas, y sus dirigentes han otorgado su consentimiento libre, previo y con conocimiento de causa”. El pueblo p’urhépecha debió ser informado y consultado como lo establece la Constitución Mexicana y otros Acuerdos Internacionales como el de la Organización Internacional del Trabajo (Art. 169) o la propia Convención 2003 de la UNESCO y sus decisiones deben ser respetadas por las instituciones gubernamentales tanto estatales como federales. El Estado mexicano no puede continuar con una política autoritaria frente a los pueblos indígenas.
La pirekua ingresó a la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad sin el consentimiento del pueblo p’urhépecha